La operación de Lipomas y Quistes Sebáceos, extirpación, consiste en la eliminación de estas protuberancias que en ocasiones aparecen en diferentes partes del cuerpo humano. El problema que presentan puede ser desde estético hasta médico en el caso de que se infecten o produzcan dolor. La única forma de eliminarlos es extirparlos en la mayoría de los casos.
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Gastos referidos al acto quirúrgico (Reserva y uso de quirófano, Instrumental, equipamiento, materiales fungibles y medicaciones propias del acto quirúrgico. Medicación (no citostática ni anticuerpos monoclonales o derivados).
La extirpación de lipomas y quistes sebáceos es la operación convencional para tratarlos.
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Técnica quirúrgica convencional para la extirpación de lipomas y quistes sebáceos.
Los Lipomas y Quistes Sebáceos son dos problemas médicos diferentes a pesar de que se suelen confundir con asiduidad. La principal razón para su extirpación es de caracter estético, ya que en ocasiones aparecen en la cabeza o en el cuello. Respecto a las razones médicas para la extirpación de los Lipomas y Quistes Sebáceos encontramos infección o crecimiento desmesurado.
Estas protuberancias no desaparecen solas, por lo que la única solución es la Operación de Lipomas y Quistes Sebáceos, extirpación.
En primer lugar es necesario diferenciar entre lipomas y quistes sebáceos, pues no son lo mismo. lipomas son tumores benignos causados por alteraciones en el tejido graso que acaban produciendo un aumento del volumen. No son dolorosos y su crecimiento suele ser lento, aunque existen pequeños lipomas que pueden crecer bastante. Suelen aparecer en adultos de entre 40 y 60 años, los casos en niños son extremadamente raros, y pueden ser desde uno a varios lipomas, lo que llamaríamos lipomatosis. Suelen aparecer en la espalda, el cuello y los hombros, y su descripción corresponde a masas redondeadas suaves, blandas y móviles. Su extirpación se realiza con facilidad y casi nunca ocurren complicaciones. La transformación de un tumor benigno o lipoma en maligno, pasa en contadas ocasiones.
Respecto a los quistes sebáceos, aunque serían mejor descritos como quistes epidérmicos, consisten en un lento crecimiento de la piel con partículas de la piel, desechos o contenido cutáneo muerto provocado por una infección en las glándulas sebáceas. Pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo, pero aparecen principalmente en las orejas, el cuero cabelludo, la cara o la espalda. Su tamaño es reducido, duros, se mueven con facilidad en la piel y en su gran mayoría son benignos.
Las razones para la extirpación de lipomas o quistes sebáceos suelen ser principalmente estéticas, aunque en ocasiones presentan síntomas y es mejor extirparlos para que el paciente pueda llevar una vida más relajada. Los posibles síntomas son dolor o crecimiento excesivo.
A la hora de tratar los lipomas o quistes sebáceos, diferenciaremos también entre unos y otros, pues aunque su tratamiento es parecido, se diferencian en algún que otro detalle. En lo que no se diferencian es en la anestesia necesaria para su extirpación, pues tanto en los lipomas como en los quistes sebáceos, la anestesia es local.
Los lipomas pueden tratarse :
Respecto al tratamiento de los quistes sebáceos, la extracción de la grasa puede realizarse de dos formas diferentes:
Tras la exeresis, en ambos casos se procede a colocar puntos en las incisiones.
Ambas operaciones duran de entre 30 y 60 minutos, dependiendo del caso.
La estancia en el hospital es mínima, ya que se trata de cirugía ambulatoria, así que se irá a casa el mismo día. Los puntos se retiraran entre 7 y 10 días después de la intervención. Las molestias durarán algún tiempo, dependiendo de lo profundo que estuviera la protuberancia, pero disminuiran al cabo de 1 mes aprox.. Podrá volver a trabajar en poco tiempo, pero dependerá de su trabajo y de la localización del lipoma o quiste sebáceo, pues si trabaja en una oficina no habrá problema, pero en la construcción si que puede tardar más. Deberá cuidarse la cicatriz, evitando la luz del sol y utilizando cicatrizantes, para evitar que deje una marca muy visible.
La principal ventaja de la extirpación de estas protuberancias es a nivel estético, aunque en el caso de que sean sintomáticos, con su extirpación se eliminará el dolor. También se evita en el caso de los lipomas la remota posibilidad de que se tornen en tumores malignos así como infección en los quistes sebáceos.
Los riesgos de este tipo de cirugía son mínimos, aunque pueden provocar dolor, inflamación y moratones. También puede dejar cicatriz la extracción quirúrgica de ellos. Pero como daños más graves, aunque muy raros, pueden producirse formaciones de seroma (bolsa de líquido) en los tejidos y órganos cercanos o la posibilidad de daño en nervios cercanos provocando entumecimiento u hormigueo en la piel.