Cirugía de vesícula, duración, precio y paso a paso

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Cirugía de vesícula, duración, precio y paso a paso
Publicado: 2 de agosto, 2018
Actualizado: 5 de junio, 2025
Escrito por Equipo de redacción de Operarme.es

¿Cuándo es necesaria la cirugía de la vesícula biliar?

La cirugía de la vesícula biliar se lleva a cabo mediante la colecistectomía. Este tratamiento quirúrgico supone la extirpación de la vesícula biliar, siendo la operación recomendada para la inflamación y el dolor en la zona causados por los cálculos biliares.

La operación de la vesícula biliar, es decir, la extirpación de la misma. Esto conlleva el cese inmediato del dolor y de la infección y, en la mayoría de casos, impedirá que se vuelvan a forma cálculos biliares. De hecho, algunos de los riesgos al no realizarse la cirugía de la vesícula o colecistectomía son el continuo dolor en la zona, síntomas de empeoramiento, infección o estallido de la vesícula biliar.

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Antes de abarcar los motivos por los que la cirugía de la vesícula biliar resulta precisa y necesaria, es importante mencionar las dos posibles técnicas para llevar a cabo la extirpación de la vesícula. La colecistectomía se puede realizar por laparoscopia o, bien, de manera convencional, con cirugía abierta.

  • Cirugía abierta de vesícula: la colecistectomía abierta se lleva a cabo mediante una incisión de 6 pulgadas, aproximadamente, en el lado superior derecho del abdomen. A través de la grasa y los músculos, se extirpa la vesícula biliar y, a continuación, todos los conductos se grapan y la sutura se cierra.
  • Cirugía de vesícula por laparoscopia: la colecistectomía por laparoscopia es la técnica más común para extirpar la vesícula biliar. En esta cirugía, se insertan las herramientas quirúrgicas y una cámara con luz, a través de las distintas incisiones que se realizan. Se infla el abdomen con gas de dióxido de carbono para poder ver y diferenciar los órganos y poder, así, extirpar la vesícula con éxito.

La formación de cálculos biliares no tiene alternativa terapéutica eficaz. Por ello, cuando la vesícula presenta una serie de síntomas correspondientes a la aparición de cálculos, es imprescindible comprobar la existencia de los mismos. Normalmente, cuando la sustancia de la bilis se cristaliza, se vuelve sólida y se forman los cálculos biliares. A veces, estas piedras no provocan ningún síntoma, sin embargo, en otros casos se irrita la pared de la vesícula.

En algunos casos, las piedras se mueven y se dirigen a los conductos cercanos, lo que puede causar problemas más serios y bloquearlos. Cuando el flujo de la bilis se irrumpe, pueden darse una serie de síntomas provocando un color amarillento en la piel y los ojos, orina oscura y picazón.

¿Qué fomenta la aparición de cálculos en la vesícula biliar?

  • Tener antecedentes familiares de cálculos biliares
  • Tener sobrepeso
  • Tener anemia de células falciformes
  • Estar embarazada
  • Perder peso repentinamente
  • Usar estrógenos para los síntomas de la menopausia

Síntomas de los cálculos en la vesícula biliar

El síntoma más obvio de los problemas en la vesícula es el fuerte dolor después de una comida grasosa. No obstante, algunas personas tiene un solo ataque de dolor y, sin embargo, otras tienen uno tras cada comida. Así pues, algunos de los síntomas más comunes, que hacen evidente la presencia de cálculos biliares en la vesícula, son:

  • Dolor intenso y molestias en el abdomen superior. Este dolor puede ser intermitente o mantenerte constante en el tiempo.
  • Leve dolor bajo las costillas o el esternón.
  • Molestias en la espalda o en el omóplato derecho.
  • Fiebre baja.
  • Náuseas e hinchazón.
  • Piel amarilla propia de la ictericia, en el caso de que hayan cálculos biliares en el conducto biliar.

Para tratar los problemas de vesícula y quitar las piedras, así como evitar que se formen otras nuevas, la mejor opción es extraer la vesícula. Con ello se eliminará el dolor y se evitarán los futuros ataques. Además, puedes estar tranquilo, ya que podrás llevar una vida plena y saludable sin vesícula.

Cirugía de vesícula biliar

No obstante, la mayor parte de los adultos con cálculos biliares no presenta síntomas. De hecho, el 80% de las personas con cálculos biliares puede estar hasta 20 años sin presentar ningún síntoma. Por ello, hay quien decide retrasar la cirugía puesto que, los cálculos biliares no suponen un riesgo inmediato para la salud. Sin embargo, se ha de tener en cuenta que posponer la cirugía puede provocar complicaciones graves como, por ejemplo:

  • Dolor continuo y agravamiento de los síntomas.
  • Los cálculos biliares se mueven hacia el conducto biliar provocando, así, una infección o ictericia.
  • Los cálculos biliares obstruyen el conducto pancreático y provocan una pancreatitis.

Como te decíamos arriba, hay dos técnicas quirúrgicas para llevar a cabo la cirugía de vesícula. Entre ellas, están la cirugía abierta de vesícula y la cirugía de vesícula por laparoscopia. En ambas, el objetivo es extirpar la vesícula.

¿Qué tratamientos existen hay para extirpar la vesícula?

La cirugía de vesícula es un tratamiento quirúrgico que tiene por objetivo la extirpación de la vesícula biliar. Se trata de la operación recomendada para eliminar el dolor de vesícula causado por la aparición de cálculos biliares. En estos casos, quitar los cálculos no sería suficiente, puesto que se podrían formar nuevas piedras. Por lo tanto, la cirugía de vesícula se convierte en la única opción efectiva para eliminar el dolor y la formación de futuros cálculos. 

Como ya hemos apuntado con anterioridad, la cirugía de vesícula se puede llevar a cabo mediante dos técnicas quirúrgicas: la cirugía abierta de vesícula y la cirugía de vesícula por laparoscopia.

  • Cirugía abierta de vesícula. Con esta técnica, el cirujano hace una incisión de unas 6 pulgadas, aproximadamente, en el lado superior derecho del abdomen y corta a través de la grasa y los músculos hasta llegar a la vesícula biliar. Una vez extraída la vesícula biliar, se sutura la incisión y se coloca un drenaje desde dentro hacia fuera que, posteriormente, será removido por el personal hospitalario.
  • Cirugía de vesícula por laparoscopia. Para proceder ante la extracción de la vesícula, se hacen unas pequeñas incisiones sobre las que colocará las herramientas quirúrgicas y los introducirá hasta la vesícula. Una vez allí, se infla el abdomen con dióxido de carbono, un gas inofensivo, para levantar la pared abdominal y separas los órganos. Esto le permite al cirujano tener una visión clara de la vesícula por el laparoscopio.

Dolores en la vesícula

¿Qué se tiene en cuenta para elegir uno u otro tratamiento?

Tal vez te estarás preguntando qué es lo que determina la elección de un tratamiento u otro, si hay una técnica mejor que otra o si se obtiene mayor calidad de vida tras la cirugía abierta de vesícula o con la cirugía de vesícula por laparoscopia. Pues bien, es cierto que la mayoría de extracciones de vesícula se realizan por laparoscopia y, además, esta técnica supone unas ventajas en materia de seguridad y recuperación mayores que en las intervenciones realizadas con cirugía abierta. No obstante, en algunos casos, se decide recurrir a la cirugía abierta de vesícula, por seguridad para el paciente, cuando presenta alguna de estas circunstancias:

  • Obesidad.
  • Pancreatitis. Como sabes, retrasar la cirugía puede ser un error. Los cálculos biliares pueden moverse y obstruir el conducto pancreático. En estos casos, la inflamación del páncreas no dejaría otra opción más segura que la cirugía abierta de vesícula.
  • Embarazo en el tercer trimestre.
  • Problemas hepáticos graves. Estas enfermedades afectan directamente al hígado, impidiendo que este trabaje correctamente.
  • Cirugías anteriores en la misma zona del vientre.

En caso de realizar la cirugía de vesícula por laparoscopia, el cirujano podría cambiar a un procedimiento abierto. No obstante, esto no es motivo de alarma o significa que algo haya salido mal. El médico tomará esta decisión cuando la cirugía abierta de vesícula suponga mayor seguridad que la cirugía de vesícula por laparoscopia. Sin embargo, aunque la técnica interventora cambie, los métodos para cerrar los conductos y los vasos sanguíneos serán los mismos que en la colecistectomía laparoscópica. Normalmente, el cambio de procedimiento se suele producir cuando hay un motivo de fuerza, como puede ser un sangrado abundante durante la operación laparoscópica. Por otro lado, como ya te señalábamos, no hay de qué preocuparse ya que, realizar la cirugía abierta es la solución alternativa cuando surge alguna complicación con la cirugía de vesícula por laparoscopia.

Además, no existen diferencias entre ambas técnicas respecto a riesgo de mortalidad, complicaciones y tiempo de la intervención. Sin embargo, hay factores que están asociados más a un tratamiento quirúrgico que a otro. Pues, la cirugía laparoscópica de vesícula supone una estancia hospitalaria más corta y una recuperación más rápida que con la cirugía abierta de vesícula.

Cirugía de vesícula biliar

Duración de la cirugía de vesícula

Como ya sabes, la cirugía de vesícula puede llevarse a cabo con una cirugía convencional, es decir, una cirugía abierta o, bien, una cirugía laparoscópica. No obstante, ambos procedimientos quirúrgicos suponen la extirpación de la vesícula biliar, normalmente, debido a la formación de cálculos biliares.

La cirugía de vesícula, también conocida como colecistectomía, se realiza con anestesia general por lo que, durante la intervención, estarás dormido y no sentirás ningún dolor ni molestias, ya que no estarás consciente el tiempo que dure la operación.

Así pues, y con independencia de que sea la cirugía abierta de vesícula o, bien, se trate de la cirugía laparoscópica de vesícula, se tardará de 1 a 2 horas en realizar cualquiera de los dos procedimientos quirúrgicos.

Cirugía de vesícula biliar

Cirugía de vesícula o colecistectomía paso a paso

Como en cualquier cirugía, y una vez tomada la decisión de someterse a la cirugía de vesícula, resulta indispensable realizarse las pruebas preoperatorias. Como ya sabes, la cirugía puede llevarse a cabo con dos técnicas quirúrgicas: la cirugía abierta de vesícula y la cirugía laparoscópica de vesícula. No obstante, en ambos procedimientos se realizan las mismas pruebas preoperatorias, pues como ya sabrás, ambos procedimientos tienen como objetivo la extirpación de la vesícula biliar, normalmente, debido a la formación de cálculos biliares, aunque pueden existir otros motivos.

Preoperatorio de la cirugía de vesícula o colecistectomía

Operarme incluye en su precio tres pruebas preoperatorias que resultan indispensables para realizar con éxito la cirugía de vesícula, independientemente de que sea un procedimiento quirúrgico abierto o laparoscópico.

  • Analítica de sangre. Sirve para detectar alteraciones de la serie roja, que podrían suspender o posponer la fecha de la intervención.  Esta prueba también mide la cantidad de plaquetas y otras pruebas de la sangre que auxilian en la coagulación
  • Electrocardiograma. Esta prueba se realiza para registrar la actividad del corazón y comprobar si hay cambios en la misma que supongan algún riesgo para llevar a cabo la cirugía de vesícula.
  • Placa de tórax, según indicaciones médicas. Esta prueba permite a los médicos visualizar ambos pulmones y  la vía aérea inferior, para descartar posibles patologías

Además, el médico le preguntará sobre sus síntomas por lo que, te aconsejamos asegurarte de mencionar el lugar donde se dan las dolencias, así como la frecuencia de las mismas. Es importante que en la consulta preoperatoria comentes cualquier problema de salud, la dieta que sigues, el tratamiento médico si lo hubiese etc. Además, el especialista realizará un examen físico en el que podrá presionarte sobre el abdomen para comprobar si hay dolor y donde se origina.

La cirugía de vesícula puede realizarse con dos técnicas quirúrgicas: la cirugía abierta y la cirugía por laparoscopia. Estos dos procedimientos conllevan la extirpación de la vesícula biliar debido a la formación de cálculos biliares. Normalmente, la mayoría de problemas de vesícula son producidos por la formación de estas piedras. Sin embargo, en algunos casos la presencia de los cálculos en la vesícula no provocan ningún síntoma, lo que suele ser motivo de posponer la cirugía de vesícula. No obstante, suele ser una decisión equivocada ya que esto puede dar lugar a complicaciones más graves. Por un lado, los cálculos pueden moverse hacia el conducto biliar produciendo una inflamación o ictericia o, por otro lado, desplazarse al conducto pancreático y provocar una pancreatitis.

Por esta razón, la cirugía de vesícula se convierte en la opción necesaria cuando hay piedras en ella. La razón por la que se decide extirpar la vesícula biliar, y no quitar solo los cálculos, es eliminar la probabilidad de que vuelvan a aparecer estas piedras en la vesícula. Pues, hay un altísimo riesgo de que vuelvan a aparecer los cálculos en la vesícula, a menos que se extirpe la misma.

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Una vez decidas someterte a la cirugía de vesícula, tendrás una consulta con el anestesiólogo, días previos a la intervención. Él te explicará los medicamentos que se usarán para evitar cualquier dolor o molestia durante la cirugía.

Tras establecer la fecha de la intervención, solo quedará asistir a la misma. El día de la cirugía, un miembro del equipo te colocará una vía intravenosa para administrarte los líquidos y medicamentos pertinentes, resultando los mismos para la cirugía abierta de vesícula como para la cirugía de vesícula por laparoscopia. Pues, ambos procedimientos se realizan con anestesia general.

Dicho esto, pasamos a explicarte, paso por paso, el desarrollo de la cirugía de vesícula:

Cirugía abierta de vesícula paso a paso

Como te decíamos, tanto esta cirugía como el procedimiento por laparoscopia, se realizan con anestesia general, por lo que no sentirás ningún dolor ya que estarás dormido. Así pues, una vez se te administre el medicamento, dará comienzo la cirugía abierta de vesícula:

  • En primer lugar, el cirujano hace una incisión de unos 10 cm aproximadamente, en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo de las costillas.
  • A continuación cortará a través de la piel y músculos hasta alcanzar la vesícula biliar.
  • Se corta el conducto biliar y los vasos sanguíneos que conducen a la vesícula biliar.
  • Por último, se levanta la vesícula suavemente y se extirpa el órgano.

Durante la cirugía se puede realizar una radiografía, denominada colangiografia, para comprobar si hay cálculos fuera de la vesícula. En este caso, el cirujano puede extraerlos con un instrumento especial.

La cirugía abierta de vesícula tiene una duración de 1 a 2 horas, de la misma manera que la cirugía de vesícula por laparoscopia. A continuación, te explicamos el proceso laparoscópico para la extirpación de la vesícula.

Colecistectomía por laparoscopia

Cirugía de vesícula por laparoscopia paso a paso

Antes de empezar con la cirugía, el anestesiólogo con el que tendría una consulta previa a la intervención, le administrará el medicamento para que no sientas dolor ni molestias. Como sabes, esta cirugía se lleva a cabo con anestesia general. Tras aplicarla, dará comienzo la cirugía.

  • Para colocar el laparoscopio y los instrumentos pertinentes, se hacen unas pequeñas incisiones en el abdomen. A través de las imágenes endoscópicas proyectadas en el monitor, el cirujano se guía cuidadosamente hasta la vesícula.
  • Una vez dentro, se administra dióxido de carbono, un gas inofensivo para levantar la pared abdominal, separar los órganos y tener una visión más clara de la vesícula por el laparoscopio.
  • Se podrá introducir un catéter para realizar una radiografía, denominada colangiograma o colangiografia, para comprobar que las piedras no se han movido de la vesícula hacia el conducto. De ser así, el cirujano los quitará con un instrumento especial.
  • A continuación, se cierra el conducto biliar y los vasos sanguíneos con unos clips pequeños. Estos clips ayudan a evitar el sangrado y la pérdida de bilis. Los clips están hechos de titanio o plástico que no dañan el cuerpo.
  • Por último, se levanta la vesícula para quitarla y extraerla por una de las incisiones. Ahora la bilis fluirá directamente desde el hígado al intestino delgado.

En algunos casos, el médico podría decidir durante la cirugía abierta, cambiar a un procedimiento por laparoscopia. Esto no quiere decir que algo haya salido mal. La decisión se tomará cuando se considere, de mayor seguridad, extraer la vesícula por una incisión más grande. No obstante, en ambas cirugías se cerrarán los conductos y los vasos sanguíneos con el mismo método. Pues, la única diferencia entre ellas es que la incisión será más grande, la estancia hospitalaria más larga, así como el proceso de recuperación más extenso.

Precio de la cirugía de vesícula

Operarme.es incluye en el precio de la cirugía de vesícula una serie de factores que conllevan el éxito de los resultados tras la operación. Como ya sabes, la compañía cuenta con dos procedimientos quirúrgicos para la extirpación de la vesícula, por lo que existen algunas diferencias respecto a recursos humanos y económicos.

No obstante, Operarme ha estudiado y consultado al detalle, con los especialistas en Cirugía de Vesícula, los factores necesarios que hacen falta para realizar la operación de vesícula con los mejores resultados, así como para favorecer la comodidad del paciente durante todo el proceso.

Así pues, la cirugía abierta de vesícula tiene un coste de 4.490 € y la cirugía laparoscópica de vesícula tiene un precio de 5.390 €. Es importante resaltar que, ambas precios son cerrados, sin sorpresas finales y con opción de financiación. De esta manera, pasamos a detallar cada uno los elementos que componen el precio en ambas cirugías.

Algunas de las diferencias, respecto a los recursos necesarios entre uno y otro procedimiento son:

  • En el caso de la cirugía abierta de vesícula, estancia en habitación con cama de acompañante durante 3 días.
  • En el caso de la cirugía de vesícula por laparoscopia, estancia en habitación individual con cama de acompañante durante 2 días.

A continuación, encontrarás los elementos comunes incluidos en ambas cirugías de vesícula, la abierta y la laparoscópica:

  • Reserva de quirófano.
  • Cuidados postoperatorios hasta el alta médica.
  • Servicio de hostelería y ropería durante el ingreso hospitalario pertinente.
  • Honorarios médicos.
  • Honorarios anestesistas.
  • Honorarios equipo de enfermería.
  • Material quirúrgico necesario para cada intervención.
  • Servicio de traslado gratuito para trasladarte al hospital, el día de la intervención, así como para devolverte a casa, tras el alta médica.

Solicitar consulta de valoración quirúrgica para la cirugía de vesícula

Si quieres solicitar tu consulta de valoración quirúrgica gratuita, inmediata y sin ningún compromiso, para la cirugía abierta de vesícula o la cirugía por laparoscopia, puedes ponerte en contacto con nosotros y, una de nuestras asesoras,  te la gestionará al momento.

Operarme cuenta con un servicio de atención al paciente, puesto a punto para resolverte cualquier duda que pueda surgirte respecto al proceso, así como para citarte, con el médico especialista, en la fecha que mejor te convenga. 

Por ello, si quieres solicitar tu consulta de valoración quirúrgica para la cirugía de vesícula, abierta o por laparoscópica, ponte en contacto con nosotros llamando al 91 141 33 56 o rellena nuestro formulario web, clicando en la siguiente imagen:

Operación de Colecistectomía

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